Escribe: Manuel Madueño Ramos
Mayo de 2018 ha sido el mes más nefasto para la colonia viñaquina,
residentes en Lima; dejaron de existir dos emblemáticos ex-dirigentes: Armando
Villar Gonzales el 5 de mayo y Adolfo Gonzales Alva el 16. Ellos amaron con
verdadera devoción la Patria chica, Víñac. Dejaron su tierra natal hace muchas décadas,
y radicaron en la capital buscando mejores medios de vida para sus
descendientes, pero siempre volvían al pueblo que los viera nacer,
especialmente en sus fiestas patronales: del 25 de julio en honor al Patrón
Santiago de Viñac; y el 2 de febrero y a la Virgen de la Candelaria. Se
comprometían la Presidencia de la Comisión de la fiesta, viajar a la ciudad de
Huancayo, contratar la mejor Orquesta por entonces "Juventud
Huancaína" del conocido compositor Zenobio Dahga.
En la capital fueron miembros activos de la "Asociación
Mutual Hijos de Viñac", fundado en 1956, por residentes del pueblo de
Madeán, uno de los anexos más importantes del distrito. Una vez elevado a la
categoría de distrito se dedicaron a trabajar por su institución "Centro
Social Madeán", pero nunca se desligaron de la Asociación Mutual. En 1979
adquirió un terreno en el distrito de San Juan de Lurigancho donde se encuentra
el Centro Recreacional "Wiñaqcancha". Allí construyeron una sala de
sesiones, dos ermitas para cobijar las imágenes de sus patrones, celebrando
dichas festividades, ocho días después que en la capital del distrito, sin
olvidar las costumbres: orquestas típicas de Huancayo, mayordomía, corta monte,
pachamanca
s, misa, procesiones al contornos del campo.
Con los años, sus energías de nuestros combatientes fueron
agotándose e inexorablemente llegaron a la vejez dejaron la posta a los jóvenes
que llegaban de la tierra en busca de una superación social, económica e
intelectual. Entonces ellos se retiraron a sus cuarteles de invierno, pero
siempre estaban en contacto con su asociación, reuniones y en sus fiestas
patronales.
ARMANDO VILLAR GONZALES
Nació el 18 de junio de 1925 en el distrito de Viñac, provincia de
Yauyos. Estaba próximo a cumplir sus 93 años de edad. Sus padres fueron
Fortunato Sixto Villar Paucar y su madre doña Catalina Gonzales Hostas. Estudió
en el Centro Escolar 470 de Viñac, dirigido el carismático Director Germán Caro
Ríos, quien impuso una nueva metodología en la enseñanza-aprendizaje de los
alumnos. Don Armando desde muy joven se dedicó a trabajar, porque perdió a su
padre a la edad de 15 años, teniendo que reemplazarlo, dedicándose a la compra
de ganado vacuno para negociarlas en Cañete y en capital.
El 6 de octubre de 1955, cuando se precipitó el avión Faucett en
las alturas de Viñac, don Armando ocupaba el cargo de Gobernador, y como
autoridad política obligó a la comunidad para trasladar los cadáveres del avión
siniestrado al campamento de La Huaca, ubicada en la margen izquierda del río
Cañete, donde llegaban los vehículos; este cargo lo ocupó durante varios años;
también Juez de Paz, habiéndose ganado la confianza y la gratitud del pueblo en
general.
Emigró a la capital en 1966 y de inmediato ingresó de socio en la
"Asociación Mutual Hijos de Víñac", donde fue nombrado Presidente de
la institución en 1974-1976 y de 1979-1981 durante su gestión se adquirió el
terreno de "Wiñaqcancha".
ADOLFO GONZALES ALVA
Este insigne personaje, nació en 1934 en el distrito de Viñac,
para ser más exactos en el actual Centro Poblado de la Florida, conocido
entonces por Ispachi. Sus padres fueron don Nicanor Gonzales Armas y doña
Saturnina Alva G. Sus hermanos: Rosa, Julio, Octancio, Ciro, Calixtro y
Ursilia.. Estudió en el Centro Escolar 470, que dirigía el maestro Demóstenes
Ruiz natural del distrito de Tómas, sus profesores fueron: Samuel Gonzales
Huamán, Edilberto Madueño Huari y otros destacados docentes que dejaron huella
indeleble en sus alumnos.
En Lima ocupó el cargo de Presidente y Vice presidente de la
"Asociación Mutual Hijos de Viñac". En el campeonato que organizaba
la Asociación Provincial Yauyos, era jugador indiscutible, pundonoroso y
valiente defendiendo los colores de su institución, especialmente cuando se
enfrentaba a su similar del Centro Social Huangáscar. Artífice en la compra y
ampliación del local de Wiñaqcancha, contratando un tractor para gana el
terreno al cerro adyacente y aplanarlo, pagando con dinero de su patrimonio.
Construyó el campo de fulbito y volibol. Inclusive una tribuna, para que el público
pudiera espectar con comodidad. Es necesario que estas obras queden plasmadas
en una placa recordatoria.
Introdujo, la costumbre en Víñac de celebrar las fiestas
patronales con orquestas típicas del valle del Mantaro, contratando las mejores
orquestas del momento. Muchas veces lo trasladaba con su propio peculio hasta
Viñac, donde el pueblo alborozado bailaban durante seis días con sus noches;
coincidía con la fiesta de los carnavales. La última vez llevó una orquesta a
Víñac, fue con ocasión de celebrar a la Virgen de la Candelaria el 2 de febrero
de 2015, a pesar de encontrarse delicado de salud, más pudo su devoción por la
virgen. Descansa en paz mi estimado Adolfo, hoy estarás al lado de tus padres
gozando de la paz y la tranquilidad del señor.