La noche del 29 de abril de
2019, se elevó a la eternidad el espíritu del Dr. Beltrán L. uris Arbizu, Ex
–vocal de la Corte Superior de Justicia de Junín, ex -presidente de la
Asociación Mutual Hijos de Víñac y ex presidente de la (APY) Asociación Provincial
Yauyos, dejando un glorioso pasado. Sus obras perdurarán en la historia como un
hito imborrable y ennoblecerán su vida. Y cuando haya transcurrido años,
aquellas obras seguirán incólumes y su nombre se esparcirá como las estrellas
del cielo, porque nadie como él trabajó tesoneramente por el progreso de Víñac
y de la provincia de Yauyos. Por todas estas gestas realizadas deja un inmenso
vacío en la colonia yauyina, sobre todo en la colonia viñaquina, que hoy vive
sus peores momentos de vida institucional.
Nació en la floresta Casanmayo,
como solía decir a sus charlas sabatinas. Este lugar está ubicado en el anexo
de Apurí, distrito de Víñac. Nació el 11 de octubre de 1934. A partir de ese
día el niño viviría una infancia feliz al lado de su madre Valeria Arbizu y sus
hatos de ganados que pastaba, cogiendo frutos silvestres que abundan en los
meses de abril y mayo. Otras veces repartiendo su tiempo entre el pueblo y el
campo. Ese recuerdo inmortalizó su existencia, lo recordaba con pena, nostalgia
ese paraje de su niñez que marcó su vida; a veces se les escapaba unas
lágrimas, pensando que la tierra que albergó sus primeros años, abandonada, su
pequeña casa destruida por fuerzas de la naturaleza y por manos extrañas.
Sus padres fueron: Agripino
Auris Centeno y doña Valeria Arbizu Guerra, naturales del centenario distrito
de Víñac. Fueron seis hermanos: Valeria, Eladio, Daniel, Beltrán Luis, Viviano
y Prepodina Auris Arbizu. En 1964 contrajo matrimonio con la Srta. Olinda
Rodríguez Salvador con ella procrearon: Diana, Abogada y Notaria; Doris, Médico
y Empresaria; Beltrán, Zootecnista y Empresario; Valeria Abogada y Juez; Manuel
Ingeniero en Electrotécnia y Administrador de Empresas y Vidal Auris Rojas hijo
extramatrimonial con doña Sabina Rojas R., en la actualidad prominente
agricultor. El Dr. Beltrán L. Auris A., supo encaminar a cada uno de sus hijos
por el sendero del trabajo.
Inició sus estudios primarios
en 1944 en el glorioso Centro Escolar 470 de Víñac culminándolo en 1950. Al año
siguiente 1951 viajó a Chincha, donde rindió un riguroso examen de Madurez
Mental ingresando al emblemático Colegio Nacional “José Pardo y Barreda”.
Muchas veces la pensión que sus padres le enviaba no alcanzaba para sufragar
sus gastos pecuniarios, tuvo que trabajar sábados y domingos junto con su
hermano Daniel, éste último se molestó de ello y volvió a la tierra,
dedicándose a la ganadería y agricultura. En 1953 se trasladó a
la Gran Unidad Escolar “Santa
Isabel” de Huancayo, dijo por encontrarse próximo a la estancia de sus padres
de Pampawasi, Chumpichaqa y Pallqa.
Habiendo egresado de 1956 viajó
a Víñac, la tierra de sus antepasados. Se despidió en la fiesta de la Virgen de
la Candelaria. Luego enrumbó sus pasos a la República de Bolivia estudiar en la
Universidad de San Andrés de La Paz. Allí en el frío del Altiplano andino
tiempla sus nervios y le sorprende el cambió de su vida. Volvió al Perú, porque
la tierra es como una madre atrae, subyuga como un imán. Se dedicó a la
docencia en la escuela de primaria del pueblo Cuyuraya, provincia de Huancané,
Puno; en la escuela de Marcapata provincia de Quispicanchis depto de Cusco y en
Atancama provincia de Abancay. De esta odisea conoció su tío Sixto Huari
Candioti, quien lo trasladó a la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco,
donde continuó sus estudios en la Facultad de Letras.
En 1961 se traslada a la Casona
de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, matriculándose en el 1er año de
la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. En 1963 elegido Presidente de la
Asociación Mutual Hijos de Víñac, pero no lo inscribió su Personería Jurídica
en los Registros Públicos por falta de tiempo. Editó cuatro números de la
Revista Wiñacc. Ese año fue elegido delegando ante la Asociación Provincial
Yauyos con Carlos Ordoñez y Manuel Madueño Ramos. Con los yauyinos Pedro
Varillas, Honorato Vílchez, Heráclides Rodríguez, alentó la construcción de la
carretera Yauyos-Huancayo. Con el Presidente de la APY Dr. Bricio Vivas
gestionó la adquisición de un terreno en Malecón Checa- Zárate
A fines de 1965 fue elegido
Presidente de la Asociación Provincial Yauyos reinició la construcción del
local en Malecón Checa; organizó el campeonato de la APY. Participó la
Asociación Mutual Hijos de Viñac. Empezó la publicación la Revista Yauyos junto
con Manuel Madueño y otros periodistas de la provincia. En el distrito de
Víñac, con el alcalde Amador Alvarado, Armando Villar y Raymundo Ordóñez apoyó
la construcción de la carretera de Cuyo- Qangao- Víñac. Obtuvo la creación del
Núcleo Escolar Campesino. En 1964 con las autoridades de Viñac y el Sr. Eutimio
Rojas Madueño Presidente de la AMHV, gestionaron la creación del Colegio. En
1974 obsequió al Director Manuel Madueño Ramos 200 bolsas de cemento para la
pavimentación del patio del Colegio Nacional Santiago de Víñac.
Concluido sus estudios
universitarios se graduó de Abogado, especializándose en Derecho Agrario. En la
misma universidad estudió Sociología en la Facultad de Letras, pero no lo
finalizó, por haberse hecho de una carga familiar. Integró como parte del
Estudio Jurídico Fernández Donayre. Empezó laborar en la Dirección General se
Asesoría Jurídica de Reforma Agraria y Asentamientos Rural. En 1968 se trasladó
a la ciudad de Huancayo. Allí fue nombrado Jefe de Asesoría Legal de Reforma
Agraria con jurisdicción en los departamentos de Junín, Pasco, Huánuco,
Huancavelica y Ayacucho e Inspector Adjunto en la especialidad de Reforma
Agraria en la zona Agraria del Ministerio de agricultura.
Como una anécdota me cuenta el
Dr. Beltrán Auris: “He tenido la oportunidad de comprobar que, en las grandes
haciendas ubicadas en las zonas andinas del Perú, especialmente en el
departamento de Huancavelica, los campesinos trabajaban todos los días del año,
para el dueño de la hacienda, desde que sale el sol hasta que se oculte, sin
pago alguno, no tenían Seguro Social, Asistencia Mé-dica, sus hijos no tenían
derecho a estudiar; y su única recompensa era cultivar un pedazo de tierra en
el terreno marginal de la hacienda, podían criar algunas ovejas y vacunos;
tampoco tenían derecho de retirarse, eran esclavos en su misma tierra: padres e
hijos”. El verdadero libertador fue Juan Velasco Alvarado, tiene el mérito de
haber dignificado al campesino, este hecho es históricamente irreversible.
En 1969 el Dr. Beltrán Auris,
ya se había establecido definitivamente con toda su familia en La Merced
iniciando una activa vida social, jurídica y política. Fue nombrado Juez en lo
Civil y Penal en La Merced, Juez de Tierra en San Ramón y Tarma. En 1997 Vocal
Superior en la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia en La Merced, Asesor
Jurídico del Banco Agrario, de la Nación, del Internacional, Popular y del
Banco de los Andes. Asesor de la Compañía Minera San Ignacio de Morococha S.A y
del Grupo San Blas S.A. Asesor Jurídico de la Municipalidad Provincial de
Chanchamayo y Satipo, Presidente de la Asociación de Abogados de Chanchamayo; y
en 1990 candidato a una Diputación por el Partido PPC.
En 2005 viajó a Lima,
expresamente a celebrar los 50 años de la fundación de la institución de sus
amores, la Asociación Mutual Hijos de Víñac Se dio cuenta que la razón social
de la AMHV, había sido convertida por Asociación Hijos de Víñac. Después de
leer su nuevo Estatuto, dijo que se había instituido otra asociación. Solicitó
urgentemente nombrar una comisión que modifique dicha norma. Este encargo
recayó en el Dr. William Ordóñez Diego, Abel Huamán Auris, Desiderio
Evangelista y Antonio Rojas Madueño. Esta comisión se reunió, pero no hicieron
modificación alguna, muy por el contrario, ahondaron la divergencia entre los
fundadores de la AMHV con los jerarcas de la nueva institución.
Este problema afectó
considerablemente el ánimo del Dr. Beltrán Auris. No hallaba la razón de
solucionar el problema. Solicitó la unificación de los viñaquinos porque decía
no podemos vivir divididos entre hermanos. Una tarde del mes de noviembre del
2018 me reuní en su domicilio en La Molina, allí me manifestó que dentro de la
nueva institución hay termocéfalos que retrasan la unificación y dijo sentir
gran pena por personas con poco amor a su tierra. Viajó de improviso a La
Merced, decía sentirse abandonado. Volvería en febrero. A comienzos de marzo me
llamó y me dijo que le habían detectado algunos males en su organismo y que le
visitara. No lo hice por falta de tiempo. Ojalá desde el cielo pueda
perdonarme.
¡Gloria eterna mi estimado
Beltrán Luis!